Antes de empezar a platicar sobre
la III Asamblea General Extraordinaria sobre la Familia, me gustaría contar con
poquitas palabras la historia de todo esto.
Sabemos que el Magisterio de la
Iglesia es amplio y variado, toca todos los temas. El Magisterio de la Iglesia está ahí al
alcance de nuestra mano, grandiosos documentos escritos por los santos por los
papas de todos los siglos y lo emocionante de todo esto es que los que ya
tenemos más de medio siglo en este mundo somos testigos, por ejemplo, del
Concilio Vaticano II de donde parte toda esta riqueza de los Sínodos Ordinarios
y Extraordinarios y las nuevas generaciones lo son de todo este nuevo aire que
se respira a todo pulmón desde el balcón de San Pedro hasta las últimas y más
alejadas periferias.
En toda esta historia la
presencia del Papa Paulo VI es vital.
Este Papa, que junto con Juan XXIII iniciaron la aventura del
“aggiornamento”, y que ya va también a los altares, forma parte importante de
estos antecedentes que nos ocupan hoy.
Así pues, la I Asamblea General Extraordinario (11 – 28 de Octubre de 1969),
esta Asamblea quería buscar los modos y procedimiento para poner en práctica la
“colegialidad” de los Obispos con el Papa, tema muy tratado en el Concilio
Vaticano II. De esta Asamblea brotaron
los Sínodos Trienales que hemos visto y vivido a través de estos años….
Como ejemplo nombramos: el III Sínodo sobre la Evangelización….del que brotó la
grandiosa Exhortación Apostólica Evangelii Nuntiandi del Papa Pablo VI. Luego
el IV Sínodo sobre la Catequesis cuyo fruto es la maravillosa Exhortación
Catechesi Tradendae del Papa Juan Pablo II….. El V «La familia cristiana» con
la reafirmación de la enseñanza de la Iglesia sobre la indisolubilidad del
matrimonio y los contenidos de la Encíclica «Humanae vitae» fueron la tarea
central de este Sínodo. En esta Asamblea, los Padres sinodales redactaron el
"Mensaje a las familias cristianas en el mundo moderno" y propusieron
una "Carta de los derechos de la familia" que Juan Pablo II concretó
el 22 de octubre de 1983. El Papa publicó además la Exhortación Apostólica
«Familiaris consortio» del 22 de noviembre de 1981, como fruto de la discusión
y de las propuestas de la Asamblea…. Y otros tantos Sínodos que han dado y
siguen dando frutos incalculables.
II Asamblea General Extraordinaria (24 de noviembre - 8 de diciembre de
1985) «Vigésimo aniversario de las conclusiones del Concilio Vaticano II»
Convocado de forma especial por
el Papa Juan Pablo II, el Sínodo conmemoró el XX aniversario de la conclusión
del Concilio Vaticano II y evaluó el estado de renovación de la Iglesia. Las
discusiones se centraron en los documentos del Concilio Vaticano II y en su
aplicación por parte de la Iglesia en todo el mundo. En respuesta a la
propuesta de los Padres sinodales en
esta Asamblea, el Santo Padre autorizó la compilación y publicación del
Catecismo de la Iglesia Católica, difundido en 1992. Aquí se empieza a
vislumbrar la genialidad del ahora Papa Emérito Benedicto XVI, quien dirigió la
Comisión creada para la elaboración del Catecismo.
Es entonces que nos percatamos de
la importancia de esta III Asamblea que se prepara a su realización en el mes
de Octubre de 2014….. viendo hacia atrás en la historia, lo que han sido las
dos anteriores y los frutos que han dado podemos comprender lo que significa
esta extraordinaria reunión de Obispos para la Iglesia y el mundo. Somos los
testigos, los protagonistas y los discípulos misioneros que llevaremos adelante
la tarea de que todo esto sea conocido, aprovechado, vivido en la Iglesia y en
cada familia del mundo.
¿ te emociona saber que tu
oración llegará al Señor para que esta Asamblea Extraordinaria esté llena del
Espíritu Santo?
¿ quisieras inventar modos,
caminos para que a todos contagie la alegría y la novedad que se vive en la
Iglesia?
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