En el Santo Niño de Praga contemplamos la belleza de la infancia y la predilección que Jesucristo siempre manifestó hacia los pequeños, como leemos en el Evangelio (cf. Mc 10, 13-16). ¡Cuántos niños, en cambio, no son amados ni acogidos ni respetados! ¡Cuántos son víctimas de la violencia y de toda forma de explotación por parte de personas sin escrúpulos! Que se reserve a los menores el respeto y la atención que se les debe: los niños son el futuro y la esperanza de la humanidad.
Deseo ahora dirigiros unas palabras en particular a vosotros, queridos niños, y a vuestras familias. Habéis venido en gran número a encontraros conmigo y os lo agradezco de corazón. Vosotros, que sois los predilectos del corazón del Niño Jesús, corresponded a su amor y, siguiendo su ejemplo, sed obedientes, amables y caritativos. Aprended a ser, como él, el consuelo de vuestros padres. Sed verdaderos amigos de Jesús y recurrid a él siempre con confianza. Rezadle por vosotros mismos, por vuestros padres, familiares, maestros y amigos, y rezadle también por mí. Gracias de nuevo por vuestra acogida y de corazón os bendigo, mientras invoco sobre todos la protección del Santo Niño Jesús, de su Madre Inmaculada y de san José. (VISITA AL "NIÑO JESÚS DE PRAGA"SALUDO DEL SANTO PADRE Benedicto XVI Iglesia de Santa María de la Victoria de Praga Sábado 26 de septiembre de 2009)
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