Ninguno que vea en Irlanda los domingos por la mañana la grandes multitudes que van y vienen de Misa, puede tener la menor duda de la devoción de Irlanda a la Misa. Para ellos, un pueblo plenamente católico se muestra fiel al mandamiento del Señor: Haced esto en memoria mía. Que en Irlanda el domingo siga siendo siempre el día en que todo el Pueblo de Dios —el pobal De— recorre el camino a la Casa de Dios a la que los irlandeses llaman Casa del Pueblo —la teach an pobal—. Con gran alegría he sabido que muchos van a Misa también varias veces por semana e incluso cada día. Esta práctica es una gran fuente de gracia y de crecimiento en la santidad. Viaje del San Juan Pablo II a Irlanda Septiembre de 1979.
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