ALGUNOS DATOS PARA
REFLEXIONAR SOBRE EL III SÍNODO EXTRAORDINARIO.
Mons. Paglia explicó que después
del Concilio Vaticano II y la Exhortación Apostólica Familiaris Consortio de
San Juan Pablo II, este Sínodo “es algo
realmente providencial, es una caricia extraordinaria del Papa Francisco a las
familias”.
El Papa Francisco decretó que se
celebre una Asamblea General Extraordinaria del Sínodo de los Obispos entre los
días 5 y 19 de octubre de 2014 en la
Santa Sede sobre el tema “Los desafíos pastorales de la familia en el contexto
de la evangelización”.
“El Papa Francisco está
subrayando un camino que todos debemos
tomar con sabiduría inteligencia audacia estando junto al Papa. Retomar la
imagen de la pesca milagrosa, la de Pedro con pocos peces, todos debemos ir
todos con él a pescar”,
Mons. Paglia resaltó que desde el
Vaticano II, la Iglesia “ha dado muchos pasos en relación a la pastoral
familiar”, y, partiendo de una de las constituciones que emanan del Concilio,
la Gaudium et Spes, “no hay duda de que el Papa Bergoglio está acogiendo en
este contexto esa simpatía extraordinaria que acaricia a la familia y al
mundo”.
“La familia es el
gran recurso de la humanidad”
El carácter extraordinario de la
próxima asamblea sinodal es de señalar que "este tipo de sínodos responden
a la necesidad de tratar una materia que a pesar de referirse al bien de la
Iglesia universal, exija una rápida definición. Es evidente que la crisis social y espiritual del mundo actual afecta a
la vida familiar y crea una verdadera urgencia pastoral que justifica la
convocatoria de una Asamblea General Extraordinaria".
El Cardenal Erdo señaló que en el
documento preparatorio "la familia aparece como una realidad que procede
de la voluntad del Creador y constituye una presencia social. Por lo tanto, no
es una mera invención de la sociedad humana, mucho menos de cualquier poder
puramente humano, sino más bien una realidad natural, que fue elevada por
Cristo Nuestro Señor en el contexto de la gracia divina. El documento, así como
la Iglesia misma, une estrechamente la problemática de la familia con la del
matrimonio".
El Purpurado pasó revista a todas
las cuestiones abordadas en el texto, desde la preparación para el matrimonio y
la evangelización de los cónyuges y de sus familias, a las uniones de hecho sin
reconocimiento religioso o civil, a la situación de los divorciados católicos
que se han vuelto a casar o a las uniones entre personas del mismo sexo,
pasando por los procedimientos de nulidad matrimonial.
Sin embargo, afirmó, todo el
cuestionario que se ha enviado a las conferencias episcopales de todo el mundo "se coloca en un contexto más
elevado: más allá de los problemas existentes abre el horizonte hacia el
reconocimiento del hecho de que la familia es un verdadero don del Creador a la
humanidad".
Mons. Baldisseri explicó que
"la temática de este Sínodo se inserta en una ruta de trabajo en dos
etapas: la primera es, precisamente, la Asamblea General Extraordinaria de 2014
cuyo propósito es precisar el ‘status quaestionis’ y recoger testimonios y
propuestas de los obispos para anunciar y vivir el Evangelio con credibilidad
para la familia; la segunda es la Asamblea General Ordinaria, prevista para
2015, cuyo fin es dar las líneas operativas para la pastoral de la persona
humana y de la familia".
Por último, el Arzobispo Bruno Forte recordó
que el enfoque para abordar los desafíos de la vida familiar en la actualidad
es el que San Juan XXIII anotaba en su diario poco antes de la apertura del
Concilio Vaticano II: "mirar todo a la luz del ministerio pastoral, es
decir: almas que salvar y que reconstruir".
"No
se trata, en definitiva -dijo-, de debatir asuntos de doctrina, por otra parte
explicadas ya por el Magisterio también reciente. La invitación que deriva para toda la
Iglesia es escuchar los problemas y expectativas que están viviendo hoy en día
tantas familias, mostrarse cerca de ellas y ofrecerles de forma creíble la
misericordia de Dios y la belleza de la respuesta a su llamada". Datos
tomados de algunas noticias de Aciprensa.
Es un buen momento para quitar
etiquetas, para limpiar la mente, sobre cosas que se dicen y se siguen diciendo
sobre el próximo Sínodo. Sabemos por experiencia que cuando se reúne el Santo
Padre con los Obispos en colegialidad, el Espíritu Santo los asiste. A nosotros
nos corresponde estar bien informados y hacer oración.
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